martes, 19 de marzo de 2013

La Mujer en la Sociedad



Hola lectores, de nuevo me dirijo a ustedes con un tema en el que podemos reflexionar. En esta ocasión es un tema de carácter más general, pero que a veces podría ser un poco polémico en ciertos sentidos. Espero que mi desarrollo de este tema los provea con un punto de vista nuevo a considerar.

Muy bien, en lo personal tengo un gran aprecio por las mujeres, estoy totalmente consciente que son esenciales y que todos dependemos de ellas. Creo además que las mujeres son, en dignidad, perfectamente iguales que los hombres. Soy del tipo de personas que aborrecen la idea de que la mujer tiene que sacrificar todo por los hombres y la familia, por el contrario creo que todo debe ser hablado. Incluso, soy un hombre que confiaría más en los instintos de una mujer que en los míos propios. 

No digo que los hombres no sirvamos para nada, lo que digo es que hay diferencias en las características psicológicas y físicas de los hombres con respecto a las mujeres que hacen a un sexo más apto para algunas cosas que el otro y menos apto para algunas cosas. Sé que se ha luchado por muchos años, probablemente desde la Revolución Francesa porque la mujer pueda hacer exactamente lo mismo que un hombre (que desde hace mucho ha tenido ventajas injustas e incluso más derechos que las mujeres) y considero que es totalmente correcto que así sea, hombres y mujeres somos lo mismo en dignidad. 

Habiendo establecido esto, voy a proceder con mi punto de vista. Sí, hombres y mujeres tenemos exactamente la misma dignidad. Sin embargo distintos talentos. Por qué no usamos los talentos de cada uno de los sexos a nuestro favor en lugar de luchar entre sexos. Personalmente, creo que las mujeres tienen una excelente capacidad de comunicación y organización, por eso hacen un excelente papel en puestos altos que cada vez más mujeres están obteniendo. 

Algunos chistes machistas hacen burla a la forma de algunas mujeres de pelear, diciendo: "Si las mujeres gobernaran al mundo no habrían guerras; sólo países que no se hablan entre sí". Pues bien, es un mal chiste porque probablemente no sea del todo cierto y porque es hasta cierto punto despectivo, pero de esto podemos sacar algo positivo y es: ¿Qué tendría de malo evitar los conflictos? ¿Acaso es la fuerza bruta, la guerra, ser despiadados y sanguinarios la manera correcta de resolver problemas como para hacer burla a algo tan bueno como eso? Yo creo que todos sabemos en el fondo la respuesta a esto...

Créanme idealista, homosexual, estúpido, lo que quieran... Pero siempre he tenido la idea de que a veces el toque femenino ayuda. Hay un dicho que siempre me ha gustado y dice así: "Detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer" y yo me atrevería a modificarlo y decir: "Al lado de cada gran hombre hay una gran mujer". Las mujeres nos ayudan a ver las cosas con más claridad muchas veces y esto se demuestra en la historia en repetidas ocasiones, una de ellas cuando Justiniano I (El Grande) hizo su código de leyes en Roma; su esposa jugó un papel muy importante en dicho código y Justiniano confiaba en ella más que en nadie, el resultado fue su gran éxito.

Los hombres no somos perfectos, ellas tampoco lo son, pero: ¿Para qué intentar ver quién es mejor que el otro si nuestros talentos son distintos? ¿Por qué no mejor complementar los talentos de un sexo con los del otro?

Para ir cerrando esta reflexión, sólo quiero agregar un dato histórico más: no todo el tiempo fueron los hombres los que dominaban, al principio de los tiempos, cuando los humanos empezaron a establecerse en lugar de recorrer la tierra como nómadas y comenzaron a cultivar sus alimentos. Eran las mujeres las que dominaban, ellas administraban todo y los hombres sólo eran protectores de los bienes de la familia. Con el desarrollo de tecnologías para trabajar el hierro y arar la tierra, se necesitaba la fuerza bruta de un hombre para estos trabajos y esa fue la única razón por la que los hombres comenzaron a tener protagonismo, su fuerza bruta.



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